Eso me pasó una vez, eso de no poder respirar.
Tenía tal vez seis años. Me perdí en una tienda enorme, un almacén o algo parecido. Todo estaba muy alto. No sabía dónde estaba. No sabía adónde ir. No encontraba a mi mamá ni a mi papá. Me miraban puros rostros desconocidos. Y se me cerró la garganta. Si, es normal. Es simplemente, terror.
No hay comentarios:
Publicar un comentario